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Genes en la detoxificación

BLOG TELLMEGEN

La salud humana, para bien y para mal, no es inmune a las tendencias y las modas. Hace 200 años estaban de moda las sanguijuelas entre los médicos.

Ahora parece estar ganando fuerza la preocupación por detoxificar el cuerpo humano, con las rutas metabólicas y los genes involucrados.

Detoxificar es, por definición, el proceso que realiza el organismo para eliminar las sustancias tóxicas, tanto las que han sido incorporadas del entorno como las que ha producido de forma natural por sí mismo.

Lo primero que hay que tener claro es que es un proceso que el organismo realiza por sí mismo de manera natural. Porque si no lo hiciera, te morirías.

Se considera que hay tres pasos generales para realizar el proceso, aunque dependen del tóxico en concreto que se va a eliminar.

El paso 1 es la modificación directa de la toxina para intentar neutralizarla o hacerla menos peligrosa.

El paso 2 es su conjugación con elementos que la vuelvan más soluble en agua. Además de facilitar su transporte por el organismo, facilita su excreción en la orina y/o en las heces.

Paso 3, cuando cumple esas condiciones, se transporta a un órgano que tenga la capacidad de expulsarla al medio exterior.

Normalmente para la excreción al exterior se lleva a los riñones o al intestino, aunque algunas moléculas pueden ser eliminadas en parte por los pulmones. Por ejemplo, una pequeña parte del alcohol que ingerimos es echado en la respiración.

Genes en la detoxificación

La complejidad de la detoxificación

Para los pasos 1 y 2, el órgano que tiene la mayor responsabilidad como purificador del organismo es el hígado. Por eso, precisamente, los alcohólicos tienen daño hepático: porque es el tejido que se encarga de eliminar el alcohol.

Sí, el alcohol es tóxico, aquí no hay sorpresas. ¿Por qué pensabas que te ponías rojo al beber? ¿Por un exceso de nutrientes esenciales?

Hacer todo este trabajo requiere un auténtico arsenal de enzimas diferentes.

Para el paso 1, domina el famoso citocromo P450. El P450 es en realidad una superfamilia de hemoproteínas (proteínas con un grupo hemo, con hierro, la hemoglobina es una hemoproteína, por ejemplo) con la capacidad de interactuar con un amplio rango de compuestos.

Su actividad es principalmente oxidativa (pérdida de electrones), aunque también tienen capacidades reductivas (ganancia de electrones) e hidrolíticas (rompen enlaces añadiendo moléculas de agua). La idea es neutralizar la molécula tóxica de cualquier manera posible.

En el ser humano, el P450 engloba 57 genes y más de 50 pseudogenes. Esta superfamilia metaboliza aproximadamente el 80% de todos los medicamentos utilizados en la actualidad.

Por eso, la eficacia y duración de un medicamento en el organismo se encuentran relacionados con el estado del hígado de la persona tratada.

Para la fase 2, los enzimas y genes que participan son más diversos. Si el hígado considera que añadir X molécula cumple el objetivo, la añade. ¿Necesita azufre? Se lo damos. ¿Qué le faltan grupos acetilo o metilo? Lo tenemos. ¿Le podemos poner un aminoácido entero? Adelante. En el hígado no se respira pobreza.

Hablar de todos los procesos de detoxificación del organismo requeriría un blog entero solo para ellos, por lo que preferimos centrarnos en el llamado “Methylation Detoxification Cycle”, que ha ganado fuerza recientemente, siendo una detoxificación por metilación.

Methylation Detoxification Cycle

Este ciclo participaría en la fase 2, y es el proceso en el que se añaden grupos metilo, formados por un carbono y tres hidrógenos, de fórmula CH3. El principal donante de metilos en estas reacciones es el aminoácido metionina.

Por eso el ciclo de metilación, y su efectividad detoxificante, depende de las reservas de metionina y homocisteína.

¿Por qué homocisteína? Porque este aminoácido (sí, otro aminoácido) permite regenerar la metiotina. Si has leído sobre vitaminas B6, B12 y del ácido fólico en estas rutas, es porque son necesarios como cofactores y/o reguladores del proceso. Lo importante es mantener la metionina alta que es la donante de metilos.

De hecho, el exceso de homocisteína en cambio ES MALO. Muchas veces estos niveles elevados sirven como indicador de fallos en el ciclo de metilación, avisando de que la conversión a metionina no funciona.

Por la parte genética, hay una serie de genes que se estudian en el ciclo. Tranquilos, vamos a limitar las fórmulas y los nombres largos a lo mínimo. No somos un blog bioquímico.

  • MTHFR. El gen MTHFR convierte 5,10-metilentetrahidrofolato a 5-metiltetrahidrofolato (ácido levomefólico). Para la mayoría esto es lo mismo que decir nada. En esta reacción, lo importante es el ácido levomefólico, la principal forma activa del ácido fólico (este quizás os suena más). Este compuesto es necesario para la replicación del ADN y los ciclos de la cisteína y homocisteína, haciendo que este gen sea un regulador clave de los ciclos de metionina y folato. Algunos profesionales consideran el gen MTHFR uno de los principales genes detoxificadores, en una particular escala de genes de detoxificación. Incluso añadiendo dietas pensadas para el enzima MTHFR. A ese respecto, nosotros no vamos a opinar porque no somos expertos en estas rutas bioquímicas.
  • COMT. El gen COMT cataliza reacciones de O-metilación, y su principal función es inactivar catecolaminas (hormonas producidas por unas glándulas en la parte superior de los riñones). ¿Y qué tiene eso que ver con nosotros? Que, por resumir, el metilo que usa proviene de la metionina. La metionina pasa a una forma llamada SAM, y COMT le quita el metilo. Si no tienes metionina, este enzima pasa a tener como principal utilidad aburrirse. Por si esto no la hiciera lo suficientemente importante, es capaz de interactuar con múltiples fármacos, ya sea indirectamente porque también actúan en las rutas de las catecolaminas, o directamente en los propios medicamentos, como la morfina o la mirtazapina.
  • AHCY. ¿Veis que os dijimos que COMT le quitaba un metilo a SAM? Ya, suena a comienzo de una mala comedia. Pues el gen AHCY codifica un enzima que coge lo que ha sobrado y produce homocisteína. Básicamente, AHCY convierte el SAM sin metilo en homocisteína. Por eso es otro regulador de la metilación.
  • MTR y MTRR. Aquí tenemos dos genes, MTR y MTRR. Como podréis adivinar por esos dos nombres que parecen sacados de gemelos en una familia poco original, sus funciones están muy relacionadas. El enzima MTR le vuelve a dar un grupo metilo a la homocisteína, recuperando la metionina de nuevo. Es el enzima clave para producir metionina, por lo que también es llamada metionina sintasa. Por otra parte, el enzima MTRR tiene la función de mantener activo el gen MTR. Es su soporte para mantenerlo funcionando, si falla, el ciclo de la metionina se interrumpe.

Respondiendo a la duda que todos tendréis en este momento: se llama O-metilación porque ponen el grupo metilo unido a un oxígeno. Es hermoso cuando los nombres tienen sentido.

Un consejo os queremos dar, no deis por seguros los productos que se venden como detoxificantes. Como buena moda, hay particulares que pueden querer aprovecharla para hacer caja.

Preguntad y leed sobre estos productos, los suplementos o los cambios en las dietas, sobre todo si tenéis condiciones y patologías especiales. Hasta las vitaminas en exceso son dañinas. Daños que, irónicamente, ocurren con frecuencia en el propio hígado.

Con el análisis genético de tellmeGen sabrás qué variantes genéticas tienes de varios de los genes nombrados en este blog. Recomendamos siempre que, antes de tomar medidas, habléis con otros profesionales para actuar con conocimiento. Cuidaos.

Carlos Manuel Cuesta

Licenciado en Biología. Doctor en Biotecnología

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