Tiene su encanto que el color de pelo menos frecuente sea al mismo tiempo el que más leyendas tiene a su alrededor: el pelirrojo.
Una de las razones es lo poco frecuente de este color de pelo, que además lo hace más llamativo. Solo el 1-2% de la población mundial es pelirroja. Eso lo hace el color natural de pelo más infrecuente.
Además, este porcentaje no se encuentra repartido de forma equitativa. En Irlanda, el 10% de la población es pelirroja natural, siendo el país con la mayor cantidad de ellos.
El siguiente sería Escocia, con el 6%. El norte de Europa es la región del mundo con mayor cantidad de pelirrojos, subiendo el porcentaje a nivel global.
El gen más estudiado de los pelirrojos, MC1R
Una de las razones de que haya tan pocos es que el principal gen responsable es recesivo, el gen MC1R. Si una persona tiene solo una copia de este gen, los otros colores de pelo se impondrán y no será pelirrojo. Debido a esto, se puede calcular una probabilidad de ser pelirrojo.
“Espera, si se debe a un gen, ¿no es como las enfermedades monogenéticas? ¿Por qué es una probabilidad, y no una certeza?”
Buena pregunta, yo mismo. Vayamos pelo a pelo con este asunto.
El gen MC1R, o receptor de melanocortina 1, tiene distintas funciones, pero para esta entrada la que nos interesa es que es un mediador clave en la producción de eumelanina (pigmento de negro y marrón) y feomelanina (pigmento de rojo y amarillo). Los lectores veteranos pueden recordar este gen de la entrada sobre las pecas.
Es un gen que también tiene la mano metida en la pigmentación de la piel, entre otros. Por eso la combinación habitual de pelirrojos y piel pálida.
De hecho, es probable que el color rojo del pelo haya sido un efecto secundario del interés evolutivo de tener la piel lo más blanca posible. Por eso ocurre en zonas del norte de Europa, con menos luz solar, donde los antepasados querían absorber la mayor cantidad de radiación posible, y la piel oscura lo dificultaba.
El gen codifica información para un receptor que cuando está activo, hace que los melanocitos produzcan eumelanina. Cuando el gen no se activa de forma correcta, o se bloquea, los melanocitos producen feomelanina.
Pero, en realidad, el gen no es recesivo. Os he mentido antes. Los alelos de este gen (un alelo es una de las formas, variaciones, que puede tener un gen) que se mantienen constantemente activo son dominantes. Sin embargo, los alelos disfuncionales son recesivos. Por eso necesitas dos copias disfuncionales del gen MC1R. La clave no es el gen, es el ALELO del gen.
Una sola copia se podría encargar del trabajo. Estas personas suelen tener el pelo con tonos castaños o rubio rojizo.
¿Y los rubios? Esos para otra entrada. Vamos a resumirlos en que su producción de eumelanina también es bastante baja.
Por eso, en la heredabilidad del pelo, personas de colores oscuros podrían tener descendencia de tonos claros, si eran portadores de genes recesivos para esos colores, y se los han transmitido a sus hijos.
¿Por qué ese arcoíris de pelirrojos?
Como os habréis dado cuenta, si fuera tan sencillo como dos alelos defectuosos, igual a pelirrojo, todos los que cumplan esa condición tendrían un pelo del mismo color. Nunca es sencillo, hay varios tipos de pelirrojos.
Incluso se han encontrado individuos que tenían copias funcionales del gen MC1R, pero eran pelirrojos.
Al igual que con el color de los ojos, el color del pelo es un rasgo poligénico. Muchos genes están involucrados, la mayoría de los cuales ni siquiera tienen esa como su función principal. La genética del color del pelo es compleja.
Para las personas de pelo negro o rubio, se cree que hay al menos 200 genes que en mayor o menor medida afectan al color.
En 2018, un estudio encontró que había como mínimo 8 genes controlando el color rojo del pelo, en un estudio con 350.000 pelirrojos, el más grande hasta la fecha.
Varios de estos genes controlaban el color del pelo con “trampas”, lo que hacían era activar y desactivar el gen MC1R, influyendo de esa manera en el color. No importa que tengas una copia activa si otro gen le está diciendo que se fuera a dormir.
Este mismo estudio encontró que la heredabilidad del color del pelo debida al gen MC1R era del 73%.
El 7% de los pelirrojos tenía al menos una copia del gen MC1R funcional. Más interesante todavía, solo el 15% de las personas con dos copias disfuncionales del gen eran pelirrojas, siendo las otras rubias o castañas claras.
Por tanto, ser portador de variantes poco activas del gen MC1R es una condición importante (aunque no imprescindible) para ser pelirrojo, pero está lejos de ser suficiente por sí misma.
Los cambios en el color del pelo, seas del tono que seas, ocurren por la pigmentación y los genes. Porque estos muchos genes dependen a su vez de las condiciones internas y externas de tu cuerpo.
¿Pasa algo por ser pelirrojo?
Lo primero es que algunos estudios, siendo sinceros de dudosa rigurosidad, afirman que la gente pelirroja no tiene alma. Pero somos genetistas, no teólogos, así que ese debate no es nuestro.
Por tener el pelo rojo no pasa nada, pero por la piel muy clara sí. Los pelirrojos suelen ser más sensibles a la luz y a la radiación ultravioleta, por la menor producción de eumelanina.
Además, parecen tener un umbral del dolor más bajo. La proteína MC1R es, después de todo, un receptor con otras funciones. Las formas desactivadas causan cambios en la tolerancia al dolor.
Se debe a que los melanocitos de estas personas producen menos proopiomelanocortina, una proteína precursora de varias hormonas peptídicas, algunas de las cuales participan en la señalización del dolor.
Esta actividad disminuida ha sido relacionada por algunos expertos con otros problemas, como un mayor riesgo de algunos cánceres.
En el lado positivo, el objetivo principal de la piel blanca se cumple en los pelirrojos. Son más eficientes que la mayoría de la población en la síntesis de vitamina D, y menos propensos a desarrollar complicaciones derivadas de niveles bajos de vitamina D.
Sobre la claridad del pelo, los niños rubios suelen ganar tonos más oscuros en la adolescencia. Esto ocurre igual en el color rojo. Con la vejez, el folículo piloso (zona de la piel donde crece el pelo) produce menos melanina, y surgen los pelos sin pigmentación.
Dato curioso, los pelirrojos no tienen nunca el pelo gris. A diferencia de los otros tonos, cuando el pigmento que les da el color falla, el pelo se vuelve rubio o blanco, pero no gris. Eso es un privilegio de morenos.
Aunque poder comprar un análisis genético de tellmeGen es un privilegio al alcance de todos.