“Cosmética” deriva del término “kosméo” que significa adornar o embellecer y se originó en la Antigua Grecia.
Entonces, ¿qué significa la palabra “cosmetogenómica”?
Cada vez hay más conciencia social sobre el impacto de la genética en nuestra salud gracias a las pruebas de ADN que ofrecen información sobre la predisposición genética a enfermedades, rasgos personales, datos sobre bienestar, etc. No obstante, en los últimos años se han incrementado los estudios que investigan la relación entre el mundo de la cosmética y la genética.
Se ha comprobado que diversos factores externos como el estrés, el consumo de tabaco, la contaminación, la exposición solar prolongada o el uso de productos cosméticos de baja calidad, entre otros factores, empeoran, a medio y largo plazo, la composición de la piel y sus elementos esenciales.
Fue entonces cuando surgió la rama de la genética llamada cosmetogenómica. Ésta utiliza los conocimientos de nuestro genoma con el objetivo de potenciar y adquirir hábitos de belleza beneficiosos para la salud. Además, permite interpretar los efectos de la cosmética y otros factores sobre nuestra piel con el objetivo de disimular lo máximo posible la edad biológica y cronológica de la misma.
A continuación, vamos a hablar sobre algunos de los rasgos personales que estudiamos en el análisis genético de tellmeGen asociados a nuestra belleza.
Pigmentación de la piel y cabello
La piel y el cabello son las partes del organismo que más expuestas están a los factores ambientales como los rayos solares, la temperatura, la contaminación o el estrés. No obstante, según muestran diferentes estudios, la pigmentación de la piel y el vello presentan un importante componente genético:
- La pigmentación de la piel, con más de 190 marcadores asociados, es altamente heredable de padres a hijos. Entre los genes más importantes está el gen OCA2 y el gen TYR, los cuales, codifican proteínas implicadas en el proceso de producción de la melanina (pigmento que da color a la piel, el pelo y los ojos).
- Al mismo tiempo, se estima que la heredabilidad de la calvicie masculina puede llegar hasta un 62%. Hasta la fecha, gracias a diferentes estudios, se han detectado más de 350 variantes genéticas que intervienen en la manifestación de este rasgo. Al tener un alto grado de heredabilidad, es posible conocer la predisposición genética a tener este tipo de alopecia mediante un test de ADN como los de tellmeGen.
A lo largo de los años, la industria cosmética ha desarrollado fórmulas de alta tecnología utilizando componentes químicos para rentabilizar y abaratar el proceso. Uno de los ingredientes más comentados, por su impacto negativo sobre la salud, son los disruptores endocrinos. Por ejemplo, los parabenos, los bisfenoles o la benzofenona-3 (presente en muchas cremas faciales que incluyen protección solar).
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que tienen un alto grado de similitud con determinadas moléculas sintetizadas por nuestro organismo y pueden, entre otras cosas, modificar el equilibrio hormonal, ya que nuestro cuerpo no es capaz de diferenciar entre ambas moléculas. Pueden acabar, por tanto, alterando el correcto funcionamiento corporal, afectando negativamente a nuestra salud y aumentando el riesgo de padecer determinadas enfermedades, como algunos tipos de cáncer.
Cada vez son más los consumidores que están comprometidos con el cuidado de su piel y por ello, se muestran preocupados por la composición de los productos cosméticos que se encuentran en el mercado. A la hora de obtener nuevos productos para la piel, la industria cosmética debe tener en cuenta la interacción entre el genoma, el microbioma (conjunto de microorganismos que viven en o sobre la piel o tracto gastrointestinal) y los factores extrínsecos o ambientales, con el objetivo de evitar efectos adversos.
Es por este motivo que, tanto en la alimentación (como ya hablaremos más adelante) como en la cosmética, debemos prestar mucha atención a los componentes y escoger, en la medida de lo posible, productos con ingredientes 100% naturales y sin tóxicos.
Vitamina D y genética
La vitamina D es un nutriente fundamental para nuestra salud ósea, ya que se encarga de la regulación de los niveles de calcio y fosfato. También se ha demostrado que el estado de la vitamina D está relacionado con varios trastornos dermatológicos como la dermatitis atópica, la psoriasis, el vitíligo o la micosis fungoide, entre otros.
Esta vitamina es sintetizada y activada gracias a la radiación ultravioleta proveniente del sol y, en menor medida, puede ser ingerida a través de los alimentos o la suplementación alimenticia.
Existen una serie de genes responsables de su activación y transporte. Variaciones en estos genes, en concreto en el GC, BDP o el KRTAP5-7, pueden provocar una deficiencia en la actividad y el transporte de la vitamina D. En consecuencia el individuo presentará unos niveles de vitamina D inferiores a los recomendados, lo cual, será perjudicial para el individuo.
Hay que puntualizar que una exposición solar prolongada, sobre todo durante los meses donde los rayos UV son más potentes, puede afectar negativamente a nuestra piel y especialmente a nuestro ADN, ya que una exposición prolongada puede causar daños a nivel de nucleótido y dificultar la reparación del ADN.
Alimentación y genética
El factor estrella de nuestra belleza, interna y externa. En los últimos años se ha reconsiderado el consumo de productos de proximidad, naturales y sin un alto grado de procesado. Esto está ocurriendo debido al incremento drástico de enfermedades cardiovasculares, desarrollo de cánceres y otros problemas de salud generales.
El genoma humano es sensible al entorno nutricional, de forma que se pueden modificar algunos genes en respuesta a los componentes de la dieta. Los alimentos ingeridos presentan un gran número de sustancias biológicamente activas, las cuales pueden ser beneficiosas pero también perjudiciales para la salud. En este sentido, diversos estudios confirman cierta asociación entre la dieta ingerida y el desarrollo de ciertas enfermedades. Desde tellmeGen ofrecemos información y soporte nutricional gracias al test nutrigenético para que, mediante los resultados de tu test de ADN, puedas conocer qué alimentación seguir en función de cómo metabolices los macronutrientes, la medicación que tomes y tu vulnerabilidad genética a condiciones de salud.
Horas de sueño
Este es otro de los factores que impacta sobre nuestra belleza y actividad mental y física.
Alteraciones continuadas del sueño se han asociado con el desarrollo de un mayor riesgo de trastornos a nivel cognitivo y cardiometabólico. Es cierto que los factores ambientales influyen en la intensidad y duración del sueño, pero se ha demostrado que la genética desempeña un papel fundamental en ello, ya que se han identificado más de 52 variantes genéticas vinculadas a la duración del sueño, entre ellas, el gen PAX8.
Ejercicio físico
La práctica regular de ejercicio físico es uno de los hábitos que presenta un impacto más notorio en la salud y el estado físico del individuo.
El ejercicio físico no sólo afecta al aspecto externo de la persona sino que presenta varios beneficios a nivel biológico. Diversos estudios han concluido que la realización de ejercicio físico de forma constante incrementa la efectividad del sistema inmunitario, mejora el metabolismo de la glucosa y favorece la liberación de hormonas relacionadas con el placer, la calma y la felicidad, entre muchas otras.
Otro aspecto implicado en la relación entre el ejercicio físico y nuestro bienestar es el rendimiento muscular. La composición de nuestras fibras musculares viene determinada, en gran parte, por la genética, por lo que, según el tipo de células musculares que poseamos tendremos mayor predisposición a destacar en actividades de resistencia o en actividades de fuerza.
Y a ti, ¿qué tipo de ejercicio físico se te da mejor?, ¿coincide con lo que dicen tus genes? Descúbrelo con el test de ADN de tellmeGen y así podrás potenciar tus habilidades físicas.
Consumo de tabaco y genética
El tabaco es uno de los causante del deterioro de la piel así como de nuestra salud en general. El consumo de nicotina se relaciona con enfermedades cardiovasculares, enfermedades dermatológicas, bronquitis crónica y numerosos procesos neoplásicos. A nivel estético, el hábito de fumar provoca pigmentación amarilla de los dedos y las uñas, alteración del color normal de los dientes, disminución del gusto y olfato y desarrollo precoz de arrugas faciales.
La nicotina es una sustancia que estimula al sistema nervioso parasimpático. Esta molécula se une a los receptores encargados de liberar dopamina, serotonina, endorfinas y otras hormonas también vinculadas a la felicidad, el placer y la relajación.
Cuando hablamos de tolerancia a la nicotina, nos referimos a que cuanto mayor es la exposición a esta sustancia mayor es el número de receptores nicotínicos, por tanto, necesitamos consumir más nicotina para alcanzar los mismos efectos. En este sentido, la dependencia a la nicotina se ha relacionado con 6 variantes genéticas que podrían desempañar un papel fundamental, también incluidas en nuestro test de ADN.
Además de deteriorar la calidad de nuestra piel y nuestros dientes, ¿sabías que el tabaquismo es la principal causa de muerte evitable en todo el mundo?
Consumo de alcohol
Existe evidencia científica que demuestra que el consumo de alcohol empeora nuestra piel y el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Por ejemplo, una ingesta elevada puede provocar desequilibrios hormonales, envejecimiento cutáneo prematuro, infecciones o deshidratación.
Relacionado con esto, se ha demostrado el papel del gen ALDH2 en un trastorno metabólico conocido como reacción flush, que implica un descenso en la capacidad de metabolizar el alcohol. El defecto en el proceso de metabolización provoca una liberación drástica de histamina, responsable de provocar enrojecimiento y aumento de la temperatura en la piel, urticaria o congestiones. Puedes conocer tu probabilidad de presentar esta reacción mediante el análisis genético de tellmeGen.
En resumen, si conocemos toda esta información genética, podremos escoger los productos cosméticos más adecuados y adquirir unos hábitos que potencien nuestros rasgos y salud. De este modo, disminuiremos o evitaremos el riesgo de padecer alguna enfermedad relacionada con ello.
¿Te animas a ir un poco más allá de lo que conoces sobre ti para ayudar a tu cuerpo a funcionar con más eficacia? Hazlo tan solo adquiriendo el análisis genético de tellmeGen.